De un relevamiento llevado a cabo por el Organismo de la Constitución Provincial sobre los precios de la ropa o indumentarias en nuestro mercado local, el cual no escapa a lo que sucede a nivel nacional , todos los precios no paran de subir y frente a ello la denominada clase media ha bajado fuertemente el ritmo de consumo y por ello se instala nuevamente la discusión sobre que parte de la cadena textil es la responsable de los fuertes incrementos que llevan a que seamos un lugar muy caro para comprar prendas de vestir.

Al ser Formosa una provincia donde los consumidores tienen como alternativa la Ciudad de Alberdi y los de la zona oeste a Yacuiba, en la actualidad varios ciudadanos manifestaron, “que aquí te estafan y es la misma ropa con igual calidad que encontramos en Formosa” . Otros expresaron que encuentran mejores precios y mayor variedad en este rubro, y añadieron que la electrónica es más barata y otros artículos para el hogar.

El debate sobre las causas por las cuales la ropa cuesta tanto en la Argentina termina en fuertes cruces de acusaciones entre los- retailers y los fabricantes-.  Se aclara que los primeros son los  distribuidores minorista, venta en menudeo, o detallista, es la empresa comercial o persona en régimen de autónomo que vende productos al consumidor final (boutique); son el último eslabón del canal de distribución y el que está en contacto con los consumidores.

Por ello conforme al último Estudio de la Fundación Pro- Tejer que nuclea a las principales entidades que fabrican indumentarias en la Argentina, se revela que: • Apenas el 14% del valor final de una prenda de primera marca, como puede ser un jean, corresponde a costos de confección y materia prima. • Como contrapartida, otro 20% obedece a gastos de desarrollo de marca y ganancias de la compañía que comercializa el producto. • Un 40% se va en costos financieros y comerciales (como el alquiler del local y gastos de personal). • Finalmente, cerca del 25% restante se explica por los impuestos. Así las cosas, desde la entidad destacaron que por cada jean que se comercializa a $1.000, la industria solamente recibe $150.El resto, “está explicado por los altos costos asociados a la comercialización”.

En este contexto, los comerciantes formoseños no ocultan su preocupación ante la posibilidad de que el Gobierno Nacional utilice a las importaciones de indumentaria como una forma de ponerle un “corset” a los altos precios, de los cuales –argumentan los fabricantes- no son responsables. Estadísticas del sector indican que, en lo que va del año, el ingreso de textiles, principalmente de indumentaria, marcó un fuerte crecimiento del 20% en términos de volumen. Este incremento, en un contexto en el que las ventas vienen en baja, implica una pérdida de terreno concreta para la producción nacional. Desde la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria denunciaron un panorama difícil para la actividad: “No nos preguntamos si habrá caída en el consumo, porque eso ya lo asumimos y nos impactará. Lo que nos preguntamos ahora es hasta dónde llegará».

En este sentido, agregaron que «habrá una baja del salario real, la gente destinará más dinero al pago de servicios (luz, telefonía, transporte, gas, salud , educacion y otros)  y, por lo tanto, menos a otros consumos”. Además, advirtieron «si la baja es de 12% pero crece la importación, habrá impacto en las ventas y en la producción y, entonces, caerán aun mas los puestos de trabajo».