-Advirtieron que, la recuperación del poder adquisitivo se ha convertido en una prioridad para mantener la capacidad de compra de los productos de la Canasta Básica Alimentaria, junto a medicamentos, elementos de higiene personal y pago de servicios públicos esenciales-
La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, señaló que, el salario real medido por el índice RIPTE, que contempla a los salarios formales, retrocedió al nivel más bajo de los últimos 17 años, y ya se encuentra incluso por debajo del salario real del 2001. El panorama económico argentino a finales del año 2023 permite observar una situación alarmante en el ámbito salarial. Este alarmante descenso en el poder adquisitivo de los trabajadores señala una realidad económica sombría, evidenciando una regresión significativa en los ingresos de la población. La comparación con los salarios de hace dos décadas, especialmente con el nefasto año 2001, agrega una dimensión aun mayor a la gravedad de la situación actual. El índice antes citado, utilizado como referencia para medir la evolución de los salarios formales, revela que la Argentina enfrenta no solo una crisis en términos de estabilidad económica, sino también una pérdida sustancial en el valor real de los salarios; este fenómeno impacta directamente en la calidad de vida de la población, afectando su capacidad para cubrir necesidades básicas y contribuyendo a la creciente preocupación sobre la equidad social. El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, advirtió que el interrogante de todos los consumidores y usuarios, gira alrededor de qué medidas tomarán las nuevas Autoridades Nacionales que asumirán el próximo 10 de diciembre para revertir esta tendencia y restablecer un nivel de vida digno para los trabajadores. La nueva administración enfrenta el desafío de diseñar políticas económicas inclusivas que impulsen el crecimiento, fomenten la creación de empleo y, al mismo tiempo, protejan el poder adquisitivo de la población, lo que a priori no aparece “en los anuncios concretados a través de los medios”. La actual situación salarial en este último mes del año, impone “presión a la agenda política y económica del Gobierno Nacional que encabezará Javier Milei, exigiendo la sociedad respuestas concretas y acciones eficaces para revertir la tendencia y evitar una profundización de las disparidades económicas, que se han convertido en intolerables”. La recuperación del poder adquisitivo se convierte así en una prioridad clave para devolver la confianza en la economía y mejorar la calidad de vida de los argentinos. La indexación de muchos precios de la economía, es uno de los motivos por los que la inflación en Argentina es tan inflexible a la baja. Esto es, el precio de algunos bienes y servicios se ajustan por ley, de acuerdo con la variación del nivel general de precios y de otros indicadores. Este mes de diciembre no será la excepción, aunque podría marcar el inicio de una liberalización de precios con la asunción del nuevo Presidente, lo que se sumará al 128% de incremento de los alquileres que se renuevan el 1 de diciembre, 10% en el aumento del servicio doméstico, un 11,5% en los valores de las prepagas, actualización de las tarifas de los servicios públicos, principalmente energía eléctrica y transporte, así como también de los precios de las naftas, “encontrándose nuestro mercado local sumamente alejado de los grandes centros de producción, todo ello implicará mayores incrementos de precios en los productos de la Canasta Básica Alimentaria”.