Gialluca señaló que, existen los mecanismos de control, pero sin dudas deben ser mejorados y para los millones de beneficiarios de planes sociales, la solución no va a venir jamás del Mercado, sino del Estado que tiene la obligación moral de asistirlos, a la par de generar mayores puestos de trabajo-
Desde la Defensoría del Pueblo, rechazaron las manifestaciones del Obispo José Vicente Conejero, al afirmar este último que, “los planes sociales son respuestas populistas para mantener el poder”. El Representante de la Iglesia Católica en Formosa, “pidió más trabajo genuino y menos planes sociales”. En este sentido, desde el Organismo de la Constitución, se preguntaron ¿qué duda existe que de la pobreza y la marginación actual únicamente se sale con trabajo?. Ninguna Organización Social desconoce esta situación. Enseguida surge otra pregunta ¿adónde van a ir a trabajar los beneficiarios de los planes sociales tal como lo plantea el Señor Obispo y los sectores políticos de la derecha en argentina?. El Ombudsman Provincial, Dr. José Leonardo Gialluca, afirmó que solamente con profundo desconocimiento o con mala fe o con una intencionalidad encubierta, se puede hoy responsabilizar a los pobres de lo que pasa en la economía del país. Por ello, los planes sociales constituyen una política anticíclica indispensable en la actualidad para no agudizar los tremendos problemas de pobreza por los que atravesamos y por ello sostenemos que no solamente hay que mantenerlos, sino incrementarlos en su cantidad y en los montos que se pagan, pues hoy con 20 mil pesos o algo más, no se cubre la Canasta Básica Alimentaria. Sabemos y entendemos que la solución está en que haya trabajo, pero también conocemos que la generación de trabajo, no va a venir nunca de la mano del mercado como argumentan los liberales y por ello, en nuestro País y Provincia, el Estado “tiene la obligación moral de atender a millones de personas, toda vez que los mismos no son los responsables de encontrarse en esta situación y sí lo son los gobiernos que han endeudado irresponsablemente a nuestro pueblo”. Por último, el Defensor, sostuvo que puede ser cierto que la Iglesia no tenga la suficiente capacidad de asistencia como la puede tener un Estado, pero por lo menos, sus Representantes deberían actuar con prudencia, cautela y sentido común, ese sentido que hoy indica que no se puede ser voceros de la derecha económica que afirman que los planes sociales son respuestas populistas y plantean además que los millones de argentinos que reciben los Planes Potenciar Trabajo, son los responsables del déficit fiscal, pero hasta hoy, nunca hemos escuchado que se denuncie, la evasión impositiva de las grandes empresas monopólicas, que son las que colocan el precio que quieren a los alimentos, productos de higiene personal y del hogar, como así también a los medicamentos. Es cierto que existen muchas cosas que se deben regular en lo que respecta a los planes sociales, pero también hay que decir que los mismos sirven como un piso de protección social, porque los planes atienden necesidades urgentes y permiten que la tasa de indigencia (8,8% que representa a 4 millones de personas) no se dispare y continúe bajando, como además es verdad que hay una población que no accede al trabajo y para ello, es necesario que crezca la economía y en esto se está trabajando, por lo cual, debemos enfrentar, “a todos los sectores de poder, tanto internos, como externos que únicamente buscan imponer sus intereses y que no les importa realmente si el pobre o el desempleado o los cuentapropistas, comen o no todos los días”.