-Gialluca afirmó que, salvo excepciones, existe en la actualidad, una tendencia a imponer el libertinaje mediático, con una fuerte carga de variadas violencias, por lo que, rescató la presentación del Código de Ética Periodística de los Medios Públicos, como una herramienta inclusiva que comprende a los Pueblos Originarios, involucrando temáticas de niñas/os y adolescentes y recomendado como eje socioambiental en las coberturas mediáticas, el cuidado que se debe tener con las personas víctimas de violencia por motivos de género, como así también la opción del lenguaje inclusivo y respetuoso sobre las Comunidades LGTBIQ+ y Migrantes para evitar estereotipos que estigmaticen a las personas por razones de nacionalidad o identidad de género-
Se celebró en la Ciudad de Resistencia, Provincia del Chaco, la sexta Audiencia Pública por parte de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual de la República Argentina, presidida por su actual Defensora, Miriam Lewin y el Coordinador Gustavo Bulla, a fin de abordar las temáticas de la “Concentración de Medios”, “Nuevos Medios Digitales” y “Derecho Humano a la Comunicación”, como ejes temáticos para las más de 66 personas organizadas en 48 grupos que se inscribieron previamente y otros que se fueron agregando con el correr de las horas. En la ocasión, la universalidad de usuarios de los servicios audiovisuales de la provincia, como Titulares del Derecho Humano a la Comunicación, fue representada por el Defensor del Pueblo, Dr. José Leonardo Gialluca. El mismo, puso de manifiesto las agresiones permanentes a los que son expuestos los destinatarios de la información, quienes diariamente reciben “Fake News”, mensajes tendenciosos, fragmentados o descontextualizados, emitidos por ciertos comunicadores que, lejos de hacer uso del ejercicio de la libertad de expresión y/o de prensa como manifestación de la misma, persiguen únicamente intereses personales, político partidarios, económicos y/o corporativos, contrarios al Derecho Humano a la Comunicación que tenemos todos. Ello, recrea, afirmó, un escenario de libertinaje mediático, enmarcado incluso dentro de fuertes tintes de violencia verbal sin fundamento alguno, ni de los hechos que se reproducen y menos aún en normativa jurídica vigente. El Funcionario apuntó al que denominó “periodismo militante” ejercido por quienes se disfrazan de independientes y abanderados de la libertad de prensa para, lisa y llanamente, realizar militancia político partidaria, desde los espacios a los que pueden llegar la mayoría de las veces bien apadrinados por candidatos de turno o incluso haciendo un doble juego, durante las campañas cuasi periodística de opinión y luego en las elecciones aspirantes a diferentes cargos partidarios. Gialluca, además, cargó contra quienes actúan con impunidad, haciendo uso del prestigio de los buenos periodistas, ganado por respetables profesionales de la actividad que los precedieron y a los cuales les hacen poco favor al utilizar los espacios de comunicación, para desinformar tendenciosamente en aras de viciar la comprensión de la realidad que puedan llegar a tener los destinatarios de las comunicaciones. El Ombudsman Provincial, finalmente, resaltó la labor de los medios que “mantienen las líneas editoriales y periodísticas” en la provincia, a quienes calificó como baluartes del derecho humano de la comunicación que tienen todos los habitantes de la Provincia y que sabemos quienes son, como también reconocemos a los otros, a quienes no les importa la objetividad, ni la verdad real, pues apuntan a otros intereses que nada tienen que ver con el ejercicio de la noble labor del periodista”. Sugirió Gialluca a las Autoridades de la Defensoría del Público, “que se tomen medidas en los contenidos que producen casi todos los medios, para evitar que se naturalice o se minimicen las temáticas relacionadas, con el consumo de estupefacientes y otras sustancias derivadas de los mismos, como así también poner límites a quienes pretenden naturalizar la violencia de género o todo tipo de violencia, pues somos espectadores de que estos medios incitan además al consumo de alcohol, tabaco, bebidas energizantes, mediante de programas que no llevan una información objetiva, sino que tienen por finalidad expandir el consumo de elementos que son dañinos para la salud psicofísica de nuestros jóvenes y ciudadanos en general”.