Desde la Defensoría afirman que la falta de respeto a las normas viales, altas velocidades, alcohol, deficiencias en las infraestructuras viales, falta de semaforización y señalización, son las principales causas de accidentes en nuestra provincia-
Desde la -Dirección de Seguridad Vial- de la Defensoría del Pueblo aseguran que, se registra un alto índice de infracciones a las normas de tránsito en nuestra comunidad. Tales dato están al alcance del Organismo de la Constitución, como integrante del Consejo Provincial de Seguridad Vial, Organismo que cuenta con una detallada estadística de siniestralidad vial que cubre todo el territorio provincial y se halla catalogada por tipo de hechos, lugares, vehículos que intervienen, consecuencias inmediatas y mediatas de los accidentes, causas e incluso la dinámica de los mismos, entre otros datos de relevancia.
Al respecto, el Ombudsman Provincial, José Leonardo Gialluca, sostuvo que: “Hoy, podemos incluso hablar de inseguridad vial en nuestras rutas, calles y avenidas”. A diario vemos personas que, conduciendo todo tipo de vehículos, atraviesan los semáforos en rojo, se adelantan inapropiadamente, estacionan en doble fila, conducen con exceso de velocidad, no respetan la prioridad de paso, llegando hasta circular en contra mano, maltratan y no respetan a los peatones, etc. En síntesis, algunos conductores no tienen el más mínimo respeto por las normas viales, es más existe una conciencia de que las mismas son hasta un estorbo si se quiere. Estas actitudes o conductas, aumentan enormemente la siniestralidad vial, especialmente en las zonas urbanas. Sin dudas, el mayor componente de los mal llamados accidentes de tránsito es la imprudencia de las personas involucradas en los mismos, en segundo lugar se puede situar a las deficiencias mecánicas, a la infraestructura vial y otras. En este sentido, el funcionario remarcó que debe hacerse hincapié en un mayor trabajo de concientización de quienes somos usuarios de la vía pública, apuntándose especialmente a los niños y jóvenes que en pocos años serán actores principales de la circulación vehicular en nuestras ciudades, y que hoy pueden cambiar de conductas, ya que, los infractores consuetudinarios son “hijos del rigor y para ellos no cabe más que las multas y denuncias judiciales”. Por otro lado, resultan de gran estímulo los controles de tránsito que puedan desplegarse, pues cuanto más estrictos sean los mismos, cumplirán los usuarios con los recaudos legales en la vía pública y el complemento final sería un eficiente accionar tanto de los tribunales administrativos como judiciales, siendo precisa la celeridad y justicia en la sanción a los infractores, ya que, como dice la gente en la calle, cuando la justicia es lentísima ya no es justicia. Ajustando, de manera apropiada, esos tres aspectos se puede llegar a la tan mentada “seguridad vial” la cual, sin dudas, como reza el eslogan de una conocida ONG, “es responsabilidad de todos” y por eso, cada uno desde el lugar que le toca como usuario de la vía pública, debemos respetar y exigir la obediencia de las normas legales previstas para evitar siniestros, los cuales, en lo que va del año en Formosa, tenemos 65 víctimas por accidentes viales, menor a las 106 del 2019 y las 126 del 2018, pero con el agravante que sucedieron en plena pandemia, donde obviamente el tránsito vehicular se encuentra restringido.
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