Con los porcentajes ya dados a conocer por el INDEC en cuanto a la inflación del mes de enero que fue del 2,3%, siendo que, en los alimentos, bebidas subió a un 4,7% y en el NEA 3,1% el índice de precios al consumidor fue superior a la media nacional, por lo cual, desde la Defensoría del Pueblo, se denunció que en nuestro mercado local y de todo el Norte Argentino y a nivel País, en el rubro alimentario, el escenario está marcado por la concentración, siendo perjudicados los sectores más humildes o dependientes del Estado quienes destinan la mayor parte de sus ingresos a la canasta básica.
Los productores agropecuarios trabajando de sol a sol, -no se les reconocen las ganancias correspondientes- ya que sus productos o animales cuando llegan a la mesa de los formoseños, luego de atravesar etapas de procesamiento, envasado, distribución y venta final, donde cada una de ellas se encuentra controlada por un puñado de actores concentrados, que no sólo tienen la capacidad de determinar los precios de cada eslabonamiento, sino que además también deciden a quién y en qué condiciones comprar, las familias terminan siendo las más perjudicadas. Es decir, no sólo el productor carece de la capacidad de negociar una mejor tajada por su trabajo, sino que tampoco tiene los mecanismos para incrementar su escala, invertir más, y asegurarse una mayor venta, la posterior venta en las cadenas de supermercados oligopolizadas cierra el círculo de la concentración. Así, en el mercado alimentario persiste una alta concentración en los principales rubros, en yerba mate depende de Las Marías, Hreñuk SA, Molinos Río de la Plata y La Cachuera; en los enlatados los produce Arcor; el del aceite comestible es acaparado por Molinos Río de la Plata y AGD de Urquía; el del azúcar blanca la produce Ledesma; el de las galletitas es producido por Danone, Kraft Foods y Arcor; el del pan lactal es producido por Fargo y Bimbo, y el de la Leche Fluida es controlada por Sancor y La Serenísima. No obstante, lo cual, el actual Gobierno Nacional, ha avanzado en la protección a los consumidores y en la regulación de la determinación de los precios a través del Programa -Precios Cuidados-, pero todavía faltan más medidas de regulación de las relaciones de consumo que son muy desiguales, (entre productores, distribuidores, empresas alimenticias, hipermercados, supermercados y consumidores, y por ello, es que, en la actualidad no hay ningún motivo para que los precios en góndolas continúen siendo remarcados en la forma que lo están haciendo, (con un dólar estable, tasas de interés en baja, congelamiento de los combustibles y servicios públicos, etc.). El Defensor del Pueblo Dr. José Leonardo Gialluca, denunció que los hipermercados y supermercados hacen lo que quieren y por eso debe salir inmediatamente la -Ley de Góndolas- en donde se aplique además la Ley de Defensa de la Competencia y que sea más justo el reparto de productos de las diferentes marcas. Con la Ley de Góndolas, se permitirá democratizar las ventas, -es decir, que los consumidores van a encontrar más productos de precios diferentes sobre todo de PyMEs y no solamente de las grandes empresas alimenticias monopolizadas-. Denunciamos también la corporación existente entre las tarjetas de crédito, las cadenas de supermercados y el sistema financiero o bancario, -que también influyen en una situación de posición dominante que lleva al abuso del precio de los alimentos-. Es por ello que, para el bolsillo de los consumidores, las carnes rojas y blancas, aceites, lácteos, fideos, continúan llevándose casi todo el porcentaje de los ingresos de los trabajadores, jubilados y pensionados y por ello, hemos peticionado a la Presidente del Senado Dra. Cristina Fernandez de Kirchner, impulsar la aprobación de la Ley de Góndolas, que paso ya la Cámara Baja y esperamos una pronta buena noticia de la Cámara de Senadores.